Como ya os comentamos en nuestro post de Aachen, esta escapada salió de forma improvisada y sin mucha organización (siendo sinceras no solo está escapada más bien todo el viaje 😂😂), pero a veces las cosas hechas sin pensar acaban saliendo muy bien. Y nosotras con este viaje que empezó siendo una pequeña visita a nuestra prima y terminó con un recorrido por tres países preciosos con cantidad de lugares que enamoran damos fe de ello. 🤗
Y ahora si, os contamos que hicimos los tres días que pasamos en Amsterdam que nos enrollamos hablando más que las persianas y podemos acabar aburriéndoos! 😅
Como ya os imaginaréis salimos de Aachen por la mañana en nuestro coche de alquiler y unas dos horas y media más tarde estábamos entrando en Amsterdam. Nuestra intención era dejar el coche a las afueras en un parking P+R (Park & Ride) que es la forma más barata de dejar el coche varios días en un parking sin tener que preocuparte, pero como ya os hemos dicho esa era nuestra intención 😂😂. Nuestra prima que era la copiloto y la que nos dirigía porque ya había ido en varias ocasiones a Amsterdam, puso mal la dirección del parking y dejamos el coche en un parking normal sin darnos cuenta ninguna hasta el momento de recogerlo y pagar (ya os podéis imaginar nuestras caras 😱😰). Pero pobrecita no le podemos echar la culpa sólo a ella que demasiado tubo con aguantarnos 10 días 😆 (prima cuando leas esto ¡te queremos! 😘).
Después de dejar el coche incrédulas 😂😂, fuimos a la parada de bus y cogimos el de linea que nos dejó en el centro. Fuimos a la casa donde nos quedamos a dormir, que estaba justo al lado del barrio rojo, dejamos las maletas y empezamos nuestra aventura por la ciudad.
Día 1:
Entre unas cosas y otras sin darnos cuenta nos llegó la hora de comer, así que para no entretenernos mucho más tiempo nos comimos unas porciones de pizza en un puesto de comida rápida. Una vez terminamos de comer nos fuimos hasta la estación central, allí vimos que justo enfrente se pueden coger barcos para pasear por los canales y decidimos hacer una excursión. La verdad es que nos gustó mucho, es una manera diferente de ver y disfrutar la ciudad y ver sus calles y canales desde otro punto de vista.
Una vez terminamos la excursión nos dedicamos a pasear y perdernos un poco por la ciudad. La verdad es que esos días nos los tomamos con mucha tranquilidad, paseando y desconectando de todo, sin prisas y sin mucho orden, improvisamos e hicimos lo que nos fue apeteciendo. Fueron tres días de charlas sin sentido, paseos sin rumbo ni mapa y risas 😆😆.
Andando desde la estación central llegamos a la plaza Dam, ahí se encuentran edificios importantes de la ciudad como son el Palacio Real, la Nieuwe Kerk (iglesia nueva) y el museo de cera de Madame Tussaud. En el lado opuesto a la plaza se encuentra el monumento nacional, un pilar de piedra blanca construido en memoria de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
Es una plaza enorme llena de gente y vida. En realidad Amsterdam nos dejó desde el primer momento que pisamos la ciudad la sensación de libertad, mucha gente por todos lados, sobretodo gente joven, una ciudad sin tabúes donde conviven gente de todo tipo y creencias, una ciudad diferente y sobretodo tolerante.
Más tarde, paseando por los canales acabamos en El Barrio Rojo, situado en el pleno corazón de la ciudad y lleno de turistas por todas partes. Ya era de noche y estaba iluminado por sus cientos de neones rojos tan característicos y que hacen que las calles se vean con una tonalidad roja que se refleja en el agua de los canales (ahí entendimos lo del nombre 😜). Sus escaparates llenos de neones estas ocupados por prostitutas por todo el barrio, en él también se pueden encontrar montones de tiendas, sex shops, el museo erótico y montones de coffeeshops. Es un barrio donde estas rodeado de todo lo prohibido y que en otros muchos sitios son temas tabú.
Y de ahí cenamos algo rápido y a casa a dormir y descansar, después del madrugón y todo lo que habíamos hecho estábamos muertas y había que recuperar energías para el día siguiente 😴😴.
Día 2:
Nos levantamos, desayunamos en una cafetería cerca de la casa donde dormíamos y volvimos a pasear por El Barrio Rojo. Nos sorprendió el ambiente tan diferente que se ve de día y el que vimos la noche anterior.
Descubrimos que este barrio no es solo famoso por todo lo que os contamos antes, sino que también está repleto de edificios históricos, muchos de ellos son los primeros que se construyeron en la ciudad, con una arquitectura peculiar con edificios inclinados, calles muy antiguas adoquinadas y una gran multitud de canales rodeados de árboles y bicicletas. Es un barrio que hay que visitar tanto de noche como de día y que ofrece dos puntos de vista diferentes de la ciudad pero ambos únicos y llenos de historia.
También entendimos el por qué Amsterdam es la ciudad de las bicicletas, las hay por todas partes, sin control y tienen prioridad absoluta ante todo lo demás. De hecho son el principal medio de transporte de la ciudad. Os recomendamos que miréis bien siempre antes de cruzar porque aparecen por todos lados 🚲😅.
Más tarde nos fuimos paseando por la ciudad hasta la plaza Museumplein, donde se encuentra la famosa frase I Amsterdam que está enfrente del emblemático Rijksmuseum, este sitio se ha convertido en uno de los más fotografiados de la ciudad y había tanta gente que nos resultó imposible hacer una foto en condiciones allí 😣.
Al lado también está el Museo Van Gogh, así que con mucha paciencia hicimos la cola para poder comprar las entradas y entrar a visitarlo. Aquí os tenemos que contar una anécdota de nuestro pequeño despiste de esa mañana, y es que una vez dentro nos pusimos a ver las exposiciones del museo, está dividido en dos partes, la primera donde están las obras de él acompañadas de las de otros pintores como Monet y otra donde se ven sus obras cronológicamente ordenadas pasando por sus diferentes etapas. Bueno pues aquí va nuestra anécdota y es que vimos la primera parte y no nos dimos cuenta de que había otra (nos extrañaba pero bueno 🤔) hasta casi cuando estábamos saliendo por la puerta 🤦🏼♀️, eso si menos mal que nos dimos cuenta en el último momento y dimos la vuelta a tiempo (más vale tarde que nunca) 😅.
Cuando salimos del museo era tardisimo así que hicimos un almuerzo-merienda en un puesto callejero y seguimos con nuestra visita a la ciudad. Nos propusimos ir al museo de Heineken pero cuando llegamos a la puerta había otra cola infinita y la verdad es que no queríamos pasarnos también la tarde en otra cola, entonces decidimos hacer un cambio de planes e irnos a pasear, hacer algunas compras y cotillear un poco más por el centro de la ciudad.
Y aquí tenemos que contaros otra pequeña anécdota y es que paseando y paseando nuestra prima se despistó y no sabía volver a casa. La dejábamos a ella de guia porque había estado ya varias veces tanto en la ciudad como en la casa donde dormíamos y se orienta bastante bien 🧐, pero esa noche perdió toda su orientación y empezamos a andar en círculos y círculos como en un bucle y no había manera de llegar a nuestro destino.
Menos mal que después de un rato de vueltas y risas se encontró y nos llevó a casa 🤗 (por cierto prima ¡te seguimos queriendo mucho! 😻😻). Aquí os presentamos a nuestra prima feliz cuando por fin sabíamos donde estábamos! 🤣🤣
Como ya era tarde decidimos cenar en un bar que había de tapas españolas justo al lado de la casa donde dormíamos… Una muy mala decision, y es que no nos dimos cuenta de que era un sitio con precio fijo ya que en la carta que nos dieron no lo ponía, ni nos lo explico la camarera, ni l vimos reflejado por ningún sitio. Así que por cuatro tapas y unos refrescos nos cobraron 23€ a cada una 😖😳. Ya os podréis imaginar nuestras caras de nuevo ¡Un poema!
Y ya después de un día desastroso lleno de despistes y el pequeño percance con la cena, estábamos muertas y decidimos irnos a dormir 😴😴. Eso sí las que pudieron, porque Mariajosé se quedó viendo series y cotilleando en el móvil descubrió que Zaanse Schans estaba cerca de Amsterdam y ya que teníamos coche… 🤣🤣 No sabemos si su insomnio es malo o nos viene de perlas para que se levante proponiendo nuevos viajes mientras que desayunamos.
Día 3:
Este día nos levantamos y una vez desayunadas nos fuimos al mercado de las flores 💐 en el canal Singel, es el único mercado flotante de Europa y está lleno de barcazas atadas convertidas en puestos de flores. Paseamos por los puestos llenos de flores de todo tipo, pero sobre todo tulipanes y bulbos de todos los colores. Y es que aunque no sea realmente autóctona es la flor nacional.
Por allí encontramos una quesería que nos llamó la atención (tenemos que reconocer que nuestra otra pasión además del chocolate es el queso) y entramos sin pensarlo (el olor nos guiaba 🙃🙃) y dentro encontramos millones de tipos de quesos, nos dieron a probar algunos y nos sentimos obligadas a llevarnos alguno a casa 🤤🤤.
En la misma tienda también probamos unas galletas típicas holandesas llamadas stroopwafels que estaban muy ricas (a Maricarmen le encantaron y se llegó algún que otro paquete a casa, hemos de comentar que son las primeras en su ranking de galletas favoritas 🤭🤩🙃).
Paseamos un poco para despedirnos de la ciudad, recogimos el coche (donde si recordáis nos llevamos un buen susto al pagar como os comentamos al principio 😳) y nos fuimos a pasar la tarde a Zaanse Schans.
Justo antes de llegar al pueblo paramos en un Macdonald que había en la carretera para comer algo rápido y que no se nos hiciese más tarde.
Zaanse Schans es conocido como el pueblo holandés de los molinos y actúa como un museo al aire libre. En la entrada al pueblo hay un parking donde poder dejar el coche y una vez aparcadas nos pusimos rumbo hacia el pueblo.
Es un lugar donde empaparse del pasado del país y comprender como era su forma de vida. Muchas de sus casas históricas se han transformado en tiendas de productos artesanales o souvenirs. También se puede encontrar un antiguo astillero, una vaquería y los famosos molinos de viento con más de 200 años de antigüedad.
Nosotras dedicamos la tarde a pasear por el pueblo, por los molinos, hacer fotos, relajarnos y hacer algunas compras. Nos pareció un pueblecito con mucho encanto.
Y hasta aquí llegó nuestra andadura por el pais holandes, recogimos el coche y nos dirigimos de vuelta a Aachen. Eso sí amenazamos con volver y seguir perdiéndonos por sus ciudades, canales y volver a respirar esa libertad que desprende Amsterdam. 🤩🤩
Y hasta aquí el Post de hoy, nos leemos pronto! 🙋♀️
Sed felices y a soñar bonito ❤️